St. Cyril of Alexandria Roman Catholic Parish
A welcoming community of faith in the Roman Catholic tradition

Bulletin Date:
September 30, 2018

Highlights in this edition

Parish Board of Directors Meeting, Maintenance and Grounds Fund Collection, Welcome Weekend, Murder Mystery Dinner/Raffle Tickets, St. Cyril Hispanic Community Hosts Dinner Dance, Make Room for God’s Grace: A Vocation Retreat, Our Lady of the Desert Catholic Cemetery First Saturday Mass

Puntos destacados en esta edición

Junta de la Mesa Directiva de la Parroquia, Fondos para Mantenimiento y Terrenos Colecta, Fin de Semana de Bienvenida, Boletos para la Cena Misterio de un Asesinato/Rifa, La Comunidad Hispana de San Cirilo Ofrece una Cena Baile, Haga Campo para La Gracia de Dios: Un Retiro de Vocación, Nuestra Señora del Desierto Cementerio Católico Misa Primer Sábado

NOT AGAINST US

Like Moses before him, Jesus corrects his disciples’ misunderstanding of the gift of the Spirit. They saw people who were not of their company casting out demons and doing other works such as Jesus had done. Jesus points out that no one who does a good deed in his name can be opposed to him at the same time. He goes on to point out the importance of the “little ones,”: the poor, simple people, children, the meek ones who are not important in the world. It is to them that he was sent, not to the wealthy and the self-righteous. He underscores the importance of small works done in faith, as well as big works like driving out demons. “Anyone who gives you a cup of water . . . because you belong to Christ . . . will surely not lose his reward” (Mark 9:41). God builds the coming reign little by little in our actions, however small and unassuming, when they are done out of love of God and neighbor.

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¿QUIÉN ESTÁ A NUESTRO FAVOR?

Jesús, como Moisés que estuvo antes que él, corrige los malentendidos de los discípulos sobre el don del Espíritu. Vieron a personas, que no eran parte de su grupo, echar demonios y hacer otros milagros como Jesús había hecho. Jesús señala que nadie que hace milagros en su nombre puede luego hablar mal de él. Luego señala la importancia de la “gente sencilla”: los pobres, las personas sencillas, los niños, los humildes que no son importantes en el mundo. Es a ellos a quienes fue enviado, no a los ricos ni a los farisaicos. Jesús hace hincapié en la importancia de las pequeñas obras hechas con fe, de la misma manera que las grandes obras como echar a los demonios. “Todo aquél que les dé a beber un vaso de agua…por el hecho de que son de Cristo…les aseguro que no se quedará sin recompensa” (Marcos 9:41). Dios construye el Reino por venir poco a poco con nuestras acciones, sin importar que sean pequeñas o sencillas, si se las hace por amor a Dios y al prójimo.

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