Bulletin Date:
February 24, 2019
Highlights in this edition
Annual Catholic Appeal, Black and Indian Mission Collection, Liturgical Ministers: March and April Schedules, Collecting Old Palms, Ash Wednesday, Annual Compliance Training, March Welcome Weekend: Pie Sale, Jim Click Raffle 2019, Havana Nights,Puntos destacados en esta edición
Campaña Católica Anual, La Colecta de Misiones Negras e Indias, Ministros de la Liturgia: Horarios de Marzo y Abril, Recepción de Palmas/Ramos, Miércoles de Cenizas, Entrenamiento Anual de Cumplimiento, Fin de Semana de Bienvenida de Marzo, La Rifa de Jim Click 2019, Noches en la Habana,DO NO HARM
We listen quite a while before we get to the “punch line” of the first reading today: even though it would be an easy thing to do, David will not harm the anointed one of the Lord. We, of course, know that Jesus is the Messiah, the anointed one of God, but the Bible uses this term for many different people. It is scripture’s way of indicating who has been chosen by God for a special place and mission in salvation history.
In today’s Gospel, Jesus presents a greatly enlarged list of those who, as children of God, we should not harm, but love instead: our enemies, those who curse us or do us harm, those who owe us money, the ungrateful, the wicked. The point of Jesus’ teaching is not to encourage these kinds of behaviors in others, but rather to form us in the image of our heavenly Father by increasing our opportunities to love unconditionally, expecting no return; to be merciful and forgiving, even when it would be easier not to.
Copyright © J. S. Paluch Co.
NO CAUSAR DAÑO
Escuchamos por un buen rato antes de llegar a la “culminación ingeniosa” de la primera lectura de hoy: si bien hubiera sido fácil hacerlo, David no causará daño al ungido del Señor. Nosotros, por supuesto, sabemos que Jesús es el Mesías, el ungido de Dios, mas la Biblia usa ese término para distintas personas. Es la manera bíblica de indicar quién ha sido elegido por Dios para un lugar y misión especial dentro de la historia de la salvación.
En el Evangelio de hoy, Jesús presenta una abultada lista de aquellos a quienes, por ser hijos de Dios, no debemos dañar, sino más bien amar: nuestros enemigos, los que nos maldicen o nos hacen daño, los que nos deben dinero, los ingratos, los malvados. El punto de la enseñanza de Jesús no es alentar esos tipos de comportamiento en otros, sino más bien formarnos a imagen de nuestro Padre celestial cuando incrementamos las oportunidades para amar incondicionalmente, sin esperar nada a cambio; ser misericordiosos y compasivo, aun cuando sería más fácil no serlo.
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