Bulletin Date:
July 28, 2019
Highlights in this edition
Spiritual Direction Group, Jim Click Raffle, Summertime Support of Your Parish, Religious Education Registration, Bring Back a Bulletin Contest, Confirmation Preparation, Saint of the WeekPuntos destacados en esta edición
Grupo de Dirección Espiritual, La Rifa Jim Click, Apoyo del Verano para tu Parroquia, Inscripción para Catecismo, Concurso Traiga un Boletín, Preparación Confirmación, El Santo de la SemanaASKING FOR HELP
The Beatitudes praise the poor in spirit. One characteristic of those who are poor in spirit is their ability to ask for help; they know when others can provide what they lack. Today’s readings encourage us to practice poverty in spirit by asking God for what we need. What could be more natural than to ask God for good things? God is, after all, the inventor of goodness and the giver of all good things.
Asking God for help puts us in conversation with God. These conversations take many forms. The reading from Genesis shows Abraham bantering with God like a skilled negotiator, while Saint Paul’s letter to the Colossians praises God for answering us even when we don’t deserve it. In Saint Luke’s Gospel, Jesus not only gives us words to use in our conversations with God (the Our Father), but also promises that God always listens to our prayers. Copyright © J. S. Paluch Co.
Pidiendo ayuda
Las beatitudes alaban al pobre de espíritu. Una de las características de quienes son pobres de espíritu es su habilidad para pedir ayuda; ellos saben cuando otros pueden proveerles lo que les hace falta. Las lecturas de hoy nos animan a practicar la pobreza de espíritu pidiéndole a Dios aquello que necesitamos. ¿Qué podría ser más natural pedir a Dios que buenas cosas? Dios es, después de todo, el hacedor de la bondad y el dador de buenas cosas.
Pidiendo ayuda a Dios nos pone en una conversación con Dios. Esta conversación o conversaciones pueden ser de muchas formas. La lectura del libro del Génesis muestra a Abraham negociando con Dios de una manera graciosa, pero como un hábil negociador; por otro lado la carta de san Pablo a los colosenses alaba a Dios respondiéndonos aún cuando no lo merecemos. En el Evangelio de san Lucas, Jesús no solo nos da las palabras y frases para usar en nuestras conversaciones con Dios (el Padre Nuestro), sino también promete que Dios siempre escuchará nuestras oraciones. Copyright © J. S. Paluch Co.